domingo, 13 de noviembre de 2011

Mujeres compositoras

Por Elena Dabul*

La figura del compositor, ejemplicada en los casos de genios inmortales de la tradición musical clásica europea, como Bach, Beethoven y Brahms, por nombrar sólo tres, es objeto de veneración para el intérprete, quien debe desentrañar el pensamiento musical a partir de sus escritos. La historia nos ha dado cantidades de hombres dedicados a la composición musical, pero escasísimas mujeres conocidas en esta rama del arte.  
Nelly Gómez e intérpretes, Agustina Aguirre y Noelia Pavez
En los últimos años y como consecuencia de los cambios sociales, culturales y políticos, las mujeres compositoras han abierto y proyectado sus propios espacios. Es así como se han creado asociaciones que las agrupan, como la Internacional Alliance for Women in Music, fundada en 1995 como fusión de tres entidades que funcionaban desde la década de los `70, además de sociedades nacionales en distintos lugares del mundo.
En nuestro país, la primera institución en su tipo es el Foro Argentino de Compositoras, creado en 2004 a instancias de Amanda Guerreño, quien fue su primera presidenta. En su manifiesto “Creatividad, compromiso y diálogo”, proponen una alternativa de cambio a través de la visión de las mujeres y sus intervenciones en los diferentes modos del quehacer cultural, con un co-protagonismo en los fenómenos estéticos, educacionales y sociales contemporáneos.
Basándose en la creatividad, asumen el compromiso de respetar los principios elementales de convivencia y promueven la interrelación con otras disciplinas artísticas que aborden problemáticas semejantes. Su misión no se limita al arte y la cultura, sino que también brinda a la sociedad un aporte fraterno y solidario, con acciones concretas para la población infantil más vulnerable.
No excluyen de sus actividades, al contrario de lo que podría suponerse, a compositores e intérpretes varones, porque su ánimo no es segregarse sino dar y compartir desde su óptica de mujeres artistas.
Otras de las propuestas es salir del círculo conocido de salas de concierto y llevar la música a otros espacios, como escuelas, clubes y plazas, entre otros. Gracias a esa apertura por fuera de determinado circuito, conocí el Foro Argentino de Compositoras en 2009. Entablé con ellas una relación desde la Facultad de Artes y Diseño, que culminó, luego de casi un año de trabajo, con el Curso de Música de Cámara Argentina "Creadoras e Intérpretes: El Arte del decir en la Música Nueva", que se llevó a cabo en la Escuela de Música, entre el 27 y el 29 de setiembre de 2010. El curso fue dictado por siete prestigiosas representantes del Foro, desde la Cátedra de Música de Cámara, bajo mi organización y coordinación.
Eva Lopszyc, Nelly Gómez, Irma Urteaga, Amanda Guerreño, Cecilia Fiorentino, Laura Otero –todas de Buenos Aires- y Adriana Figueroa –de Mendoza- fueron quienes, en un hecho sin precedentes, enseñaron sus propias obras a partir de la preparación previa de las mismas. Alumnos y egresados formaron agrupaciones de cámara especialmente constituidas para estudiar y trabajar la interpretación técnica y estilística durante varios meses en mis clases de Música de Cámara, con el apoyo de la Prof. Dora De Marinis.
La selección y el armado de las obras fueron muy complejos, ya que se debió buscar a los intérpretes de los instrumentos necesarios para cada obra, conformar los grupos, estudiar las partes individuales y realizar ensayos y clases específicas.
 
Elena Dabul y Eva Lopszyc
Durante el desarrollo del curso los encuentros fueron muy intensos, con valioso intercambio de ideas, y comprendieron tres instancias: clases magistrales, una charla-debate que se denominó "La compositora en la Argentina", y un concierto de cierre. Las clases fueron impartidas por las compositoras, cada una a cargo de los grupos que interpretaron obras de su autoría.
            La motivación para los alumnos y egresados participantes fue doble, al vivir una nueva experiencia de acercamiento con compositoras de carne y hueso, en un hecho de enorme enriquecimiento, por sentir la presencia y tener frente a sí al autor del papel, y más novedoso aún, por tratarse nada menos que de siete creadoras mujeres. En este particular marco, la comunicación se manifestó única e irrepetible y redundó en la comprensión e interpretación del mensaje musical, en relación al testimonio de sus autoras.
Además los jóvenes tuvieron un incentivo para su aprendizaje musical en el descubrimiento de elementos familiares en la música de cámara argentina contemporánea. Se consideró a los intérpretes como re-creadores del lenguaje y se respetó su expresión y sugerencias.    
Todos los encuentros entre intérpretes y compositoras se desenvolvieron en un ambiente especial, en el cual los jóvenes se sintieron muy cómodos y pudieron dialogar con las compositoras en profundidad sobre la música, lo que se tradujo en una intensa movilización afectiva de entrega y compromiso de parte de los jóvenes y de emotiva recepción de las creadoras.
Otro punto de enorme importancia fue la experiencia de la participación en un estreno absoluto. Los alumnos protagonistas tuvieron el privilegio de interpretar por primera vez “Celeste” de la compositora mendocina Adriana Figueroa, con la guía de la internacionalmente premiada autora, en el concierto de cierre. También en esa ocasión se escucharon estrenos en Mendoza, de obras de Laura Otero, Cecilia Fiorentino, Amanda Guerreño, Eva Lopszyc y Nelly Gómez.
Las actividades contaron con el apoyo de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo y la Secretaría de Bienestar Universitario.
Para terminar, comparto algunos testimonios que en su momento manisfestaron  las compositoras invitadas:

De izquierda a derecha, Eva Lopszyc, Amanda Guerreño, Laura Otero, Nelly Gómez, Irma Urteaga y Cecilia Fiorentino
“…En cuanto al encuentro, no tengo sino palabras de agradecimiento por todo lo organizado tan brillantemente por vos y por el esfuerzo que significa el congregar a tal cantidad de alumnos, escuchar sus obras, corregirlos, orientarlos, reunirlos..... Gracias por esta tarea y por la receptividad de los chicos; …lo acogedores que fueron todos… No sé cómo vamos a poder retribuir esta solicitud por parte de ustedes. Un gran abrazo de mi parte y a todos los presentes en este hermoso encuentro (alumnos, profesores, colegas y amigos).” Irma Urteaga

“Quería compartirte el sentimiento de satisfacción y alegría que he experimentado junto a ustedes y que aún guardo en mi corazón. Fueron unos días muy intensos pero plenos de emociones, producto de percibir las ganas, el entusiasmo y la dedicación de todos los artífices de este encuentro. Gracias por toda tu gestión, tu compañía, tu amabilidad y sensibilidad. MUCHAS GRACIAS! Con afecto.” Laura Otero

“Quiero decirles a todos que conservaré un muy grato recuerdo de mi estadía en Mendoza, del muy buen nivel académico con que me encontré, de la excelente disposición y receptividad de los alumnos y docentes de la Universidad, y sobre todo de tu calidez, amabilidad y eficiencia organizativa. Un afectuoso abrazo para todos, y hasta siempre.” Cecilia Fiorentino


*Prof. Titular Música de Cámara
Investigadora Cat. II
Facultad de Artes y Diseño
Universidad Nacional de Cuyo
  





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